COSIENDO UNA HERIDA INESPERADA

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Uno de los tantos casos es el afectado empresario John Fredy Morales, quien es dueño y socio directo de la empresa grupo familiar g20 S.A.S y el cual manifiesta entonces que entre los meses Marzo, Abril y Mayo tuvo una pérdida del 100% de su liquidez diciendo que las ventas directas y los puntos de venta fueron los primeros en cerrar y los últimos en abrir, hace referencia también a los cambios necesarios que hubo en la estructura de la administración y en la forma de vender, fortaleciendo las ventas online y permitiendo también la incorporación de nuevos productos para la venta. Su empresa tuvo que trasladarse y reducirse de manera directa tanto en estructura como en su empleabilidad despidiendo casi el 30% de sus empleados.

 

Por otro lado su negocio de venta directa  y comercialización ubicado en el centro de la moda en el municipio de Itagüí en la ciudad de Medellín (misma que llegó al 43,2% en empleabilidad informal esta semana) tuvo su re apertura hace apenas un par de semanas siendo hoy el 27 de Octubre del 2020. Sabiendo sortear algunos obstáculos (unos más difíciles que otros) este empresario está en proceso de su nueva activación laboral y recuperando poco a poco el estado normal en el que se encontraba su empresa y local antes de la pandemia.

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                                     foto otorgada por g20 S.A.S.

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La reinvención no es una palabra que le agrade al empresario, dice que es una frase de cajón que no sirve para nada, “Todo se basa en una mejor planeación y no a largo sino a corto plazo, mejor evaluación de las necesidades del mercado y una toma de decisiones a tiempo. Ningún futuro ha sido tan incierto como el de ahora, por eso, más que planear el futuro ha sido la toma inmediata de decisiones la que nos ha llevado a tener una mejor evaluación del terreno incierto”. John asegura que en función de las necesidades de los clientes es necesario  mejorar los tiempos de respuesta y eso sí, tener muy presente los nuevos hábitos de consumo que son fundamentales para adaptarse al mercado.

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“Solo en Medellín, nosotros estimamos que se ha perdido cerca de un 25 o 28 por ciento del empleo que se generaba en el sector, lo que es bastante crítico y alarmante. Una apertura del comercio con aforos del 30 por ciento no alcanza a cubrir todo el tren de gastos que tienen las empresas, como nómina, arriendo, servicios públicos, créditos bancarios y el pago de impuestos”, dice Camilo Rodríguez Quiceno, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines (CCCA).