TEJIENDO UN FUTURO INCIERTO
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Cuando hablamos del Covid-19 también es necesario indagar sobre las afectaciones que este ha dejado en los diferentes sectores económicos del mundo y en especial del país colombiano. Al mencionar la economía también hacemos referencia a todos los gremios que aportan en el sostenimiento de un estado. Los diferentes sectores tanto primarios como secundarios son los que se han visto más afectados por la pandemia que agobia al mundo en estos momentos.
Según un estudio elaborado por el equipo técnico del Banco de la República muestra que: “Para el período octubre-diciembre de 2020, el balance de expectativas sobre generación de empleo disminuyó 8,7 pp (puntos porcentuales) frente al trimestre anterior y se ubicó en el 43,2%, el valor más bajo desde enero de 2001; comportamiento explicado principalmente por un mayor porcentaje de empresarios encuestados que consideran que la planta de personal disminuirá en dicho período”, dice el documento.
Uno de los sectores más afectados por el tema del coronavirus es sin duda alguna el sector textil. Según un artículo publicado por la revista Dinero: “Con una tradición de 100 años y reconocida como una de las principales actividades de la economía colombiana, ya que representa el 9,4% sobre el total del PIB industrial y es responsable de cerca de 600.000 empleos directos a lo largo de la cadena, el sector tuvo que parar en marzo y pensar rápidamente cómo reaccionar ante el nuevo escenario”.
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la infografía muestra el
decrecimiento del PIB durante el primer semestre del 2020
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Las cifras desalentadoras tienen a los empresarios del sector textil y de confecciones con gran preocupación calificando el impacto de la covid-19 como “devastador”. Y no es para más, ya que las cifras publicadas en el Informe del Observatorio Sistema Moda de abril 2020, elaborado por Raddar, Inexmoda y Sectorial, sintetizan la preocupación: “Con el cierre de 37.000 locales a nivel nacional, la demanda se ha contraído en un 60%”.
Para el economista Giovany Muñoz la pandemia tuvo un efecto directo sobre la demanda de los consumidores, esta hizo que la gente prefiriera adquirir bienes necesarios para la supervivencia y se redujera el consumo de bienes semidurables como es el caso de las confecciones y textiles. “Esto se evidencia en gran medida en el comportamiento de los precios. Cuando se analiza la canasta familiar, se encuentra que hay una fuerte reducción en los precios de textiles y del vestuario en general”.
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“Si analizamos el caso específico de antioquia se podría decir que el 30.7% de la producción real se contrajo debido a la crisis, mientras que las ventas cayeron en un 31.6 % y el empleo en un 3.3 %”. Agrega Muñoz.
También asegura que los empresarios son optimistas en cuanto al mejoramiento de la economía del sector para los próximos años y se estipula que para los meses de noviembre y diciembre del presente año se pueda recuperar parte de la pérdida, ya que el cierre de año es el de mayor incremento de compras y producción de vestuario y calzado.
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